lunes, 1 de abril de 2013

Vestimenta

VESTIMENTA DE LOS MAZAHUAS

El vestido de la mujer mazahua, constituye una preservación cultural, está compuesto de falda de manta blanca que remata con bordados de motivos zoomórficos o florales. Sobre esa falda, usa otra de satín, de colores fuertes, como el amarillo, rosa mexicano, morado, verde, lila y azul rey. La mujer mazahua también utiliza una faja de lana muy larga, hecha a mano, que alcanza para darle varias vueltas a su cintura. La blusa es del mismo material y color que los de la falda. El vestido se adorna con un collar de cuentas de papelillo, de numerosos hilos, cuyo color contrasta con el de aquél. El adorno se complementa con grandes arracadas de filigrana y con cintas que utiliza en sus trenzas, que pueden ser de color rojo, verde o guinda.

Los trajes mazahuas no son muy característicos porque tienen influencia española y por el hecho de que son muy pocas las prendas hechas en el telar de cintura. Los hombres usan camisa de manta bordada en azul sobre el pecho con figuras de animales en punto de hilván al pasado y el cinturón blanco tejido con dibujos rojos y azules.
El traje de las mujeres mazahuas consiste en blusa y falda y los estilos varían mucho, usan ante todo una de manta blanca cubierta de ordinario por otra de artisela, lleva un pequeño cuello alto plisado o liso y un bordado de hilo en colores fuertes alrededor de una bata lisa. Encima de la camisa la blusa de artisela de color chillón, con cuello alto y mangas abullonadas como en el siglo pasado, es corta y va suelta a la cintura con bata de corte derecho y tableado o de corte redondo con olán alrededor. También se sobre ponen una enagua a otra llevando hasta tres. Son de manta blanca, muy plegadas a la cintura montadas en una pretina que termina formando una cinta con la que las amarran. La primera enagua llega hasta el tobillo, la segunda y la tercera son cinco centímetros más grandes que la anterior. Usan una faja tejida en telar de mano, generalmente roja o azul, bastante ancha y larga, le dan varias vueltas alrededor de la cintura y por las varias enaguas y la misma faja, las mujeres se ven muy gruesas.
Tejen sabanitas, son rectángulos de lana blanca rematados con un bordado tradicional llamado de "caritas". Cuando son angostos se usan para cargar a los niños y los más anchos formados de dos o tres tiras, les sirven a las mujeres para taparse en la noche. Van siempre terminados con el mismo bordado de caritas, en azul o rojo y que alrededor forma una franja. También tejen bolsas en telar de mano enteramente cubiertas de tupidos dibujos geométricos sobre fondo rojo o negro. Bordan con dibujos clásicos servilletas de manta, en el centro ponen una gran flor estilizada y alrededor en círculos concéntricos, animales también estilizados.






Tradiciones y Costumbres

TRADICIONES Y COSTUMBRES DEL PUEBLO MAZAHUA

El pueblo Mazahua ha conservado sus expresiones culturales mediante la lengua, la tradición oral, la música, la danza y las artesanías; su forma de vestir, su visión del mundo y sus prácticas rituales y religiosas, las cuales han sido transmitidas de una generación a otra, y más recientemente en su Centro Ceremonial. La lengua materna constituye el principal vínculo de comunicación e identidad dentro de la familia y la comunidad. Sin embargo, cada vez son más frecuentes los casos de niños que ya no aprenden o que ya no hablan su lengua materna.

En la organización social tradicional de las comunidades mazahuas, destacan las figuras vinculadas a sus prácticas religiosas, como los mayordomos, fiscales y mayordomitos, que son elegidos de acuerdo a sus costumbres y con la periodicidad que marca el cargo. Sus funciones, por lo general se refieren a la organización de sus ritos y festividades.

La unidad social entre los mazahuas la constituye la familia, que puede ser nuclear o extensa. Entre ellos un compromiso de matrimonio requiere de por lo menos tres visitas previas a la casa de la novia, por parte de la familia del novio.

DIA DE MUERTOS


La comunidad mazahua realiza esta festividad cada año, festejando el ritual del regreso de las almas de los seres queridos colocando una ofrenda donde les ofrecen los alimentos que en vida preferían al igual que los alimentos que se preparan en la región, así como las bebidas fermentadas como el pulque; otra bebida que se coloca es la cerveza y lo más tradicional que se coloca en la ofrenda es el pan, los dulces, la fruta que se colocan en una mesa adornada con flores de campo y cempasúchil.



Los pétalos del cempasúchil son utilizados para marcar el camino que las almas recorrerán desde el panteón hasta el lugar donde los esperan con un gran banquete.

Algunos también adornan el altar con manteles con bordados resaltantes que representan la cultura mazahua y sobre todo  no puede faltar la fragancia que impregna el copal que la gente utiliza para hacer la bendición de la ofrenda que se ha colocado.


 Cabe destacar que el día de muertos se realiza a partir del 31 de octubre iniciando por los difuntos más pequeños que no fueron bautizados, el 1 de noviembre con los niños que fueron bautizados  y el 2 de noviembre se celebra la fiesta más grande y la gente mazahua de todas las comunidades acuden al panteón a dejar flores a las tumbas, algunas personas acostumbran adornar muy bien las tumbas con cempasúchil y colocan coronas y es el único día del año en que el panteón se encuentra adornado.





FUEGO NUEVO

Para  la comunidad mazahua el 19 de marzo es una fecha conmemorable para ellos en esta fecha se lleva a cabo la bendición con el fuego nuevo.



Donde el ritual es coordinado por  el jefe supremo mazahua y comienza con la bendición usando el copal y dirigiéndose a los cuatro puntos cardinales que representan  al dios del agua, el dios del fuego, el dios del aire y el dios de la tierra. Posteriormente se coloca la madera en el centro de este lugar que de igual manera se bendice con el copal para que posteriormente dar paso para prender la madera y realizando este acto la gente que está presente en el rito prende veladoras alrededor de la fogata.








OFRENDA AL AGUA

El culto al agua se realiza entre el 15 y 16 de agosto de cada año donde el pueblo mazahua presencia esta festividad llevando ofrendas al agua y danzando alrededor de un lago o río; esto con el motivo de que el dios del agua se acuerde de su pueblo y para los mazahuas es una forma de agradecer que tienen agua y para pedir disculpas por si el agua se uso inadecuadamente.  


Este rito se hace porque en el pueblo se esta escaseando el agua y según sus creencias el dios del agua puede estar enojado y por eso no les manda agua y así es que a través de esta ofrenda su dios les puede mandar agua.
También la gente mazahua tiene la creencia de que si se mata alguna víbora el lago se seca y la víbora les manda alguna enfermedad incurable.









Ubicación geografica

UBICACIÓN GEOGRÁFICA DE LOS MAZAHUAS

El pueblo Mazahua o jñatjo es el más numeroso de la entidad, al haber registrado en el II Conteo Intercensal de Población y Vivienda 2005 a 95,411 personas hablantes de su lengua.

Se encuentran asentados en la región noroccidental y centro-occidental del estado, mayoritariamente en 13 municipios rurales que son: Villa Victoria, San Felipe del Progreso, San José del Rincón, Donato Guerra, Ixtapan del Oro, Villa de Allende, Almoloya de Juárez, Ixtlahuaca, Temascalcingo, El Oro, Jocotitlán, Atlacomulco y Valle de Bravo. Desde principios del siglo XVI, los Mazahuas han ocupado esta zona, que está integrada por una serie de montañas, lomas y valles en los que predomina el clima frío.

De los municipios donde se asienta el pueblo Mazahua, nueve tienen un alto grado de marginación: Villa Victoria, San Felipe del Progreso, San José del Rincón, Donato Guerra, Ixtapan del Oro, Villa de Allende, Almoloya de Juárez, Ixtlahuaca y Temascalcingo; dos, un grado medio: El Oro y Jocotitlán; y dos un grado bajo de marginación: Atlacomulco y Valle de Bravo, lo que significa que se trata de una región y un pueblo con grandes necesidades sociales y económicas. Algunos de estos municipios (San Felipe del Progreso, San José del Rincón, Villa Victoria y Villa de Allende), tienen población predominantemente Mazahua.

En los trece municipios citados se localizan 427 comunidades con diez y más hablantes, de cinco años y más, de la lengua Mazahua.